martes, 27 de mayo de 2008

Musa


Escribo estas líneas pidiendo a cuatro
musas, que se detengan en su camino, y se sienten a mi lado; tan solo a tres pasos de distancia es suficiente, porque la quinta musa está aquí dentro y a ella le escribo...

Tu presencia es evidente en el ambiente
Pero más resuena en mis adentros
Caminos de luz y de brillo infinito
Cada vez que te recuerdo, con aires impacientes
No puedo pedirte que aparezcas
Pues no será suficiente
No se puede aparecer cuando se existe
Cuando se es de manera permanente.

Si yo te extraño... es expresión humana
De una ausencia que se mira con mis ojos
Porque a veces mi piel también reclama
Que el espíritu pretende todo el gozo.

Cuando a tus ojos miro, no puedo contemplarte
Porque tu luz enceguece mi intención
Es mejor mirarte con los ojos del alma
Porque infinito me has hecho el corazón.

Cuando me tocas, me salgo de este mundo
Y una cálida corriente me enamora
Me sube hasta el cielo tu murmullo
Ese “te amo”, que disfrazas con lisonjas.

Tu cabellera fue culpada justamente
De robar a la noche un comentario de envidia
El día disfrazó su luz inmensa
Para no competir con tu sonrisa.
-Oh! Musa, Oh! amor infinito
Cómo mirar dentro de mí para pintarte
Es mejor abrir mi corazón constricto
Porque tu forma entera y pura, él la sabe.

Perdona, si en mis noches te llamo
Pues no he aprendido a dormir lejos de ti
Durmiendo estoy, mas sé que no cercano
Y en la penumbra te puedo sentir.

Ya sé que la palabra no es moneda
Que pueda comprar tu corazón endurecido
Pero recuerda que sí es sincera
Y Podrá alcanzar lo que nadie ha podido.

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